EUROPA
PRESS
28
noviembre 2015
¿Son seguros los
suplementos?
Pueden existir interacciones entre los tratamientos
médicos para determinadas patologías y los suplementos.
Es lo que sucede por ejemplo en el caso del cáncer, cuyos tratamientos tienen una fuerte incidencia sobre el estado de la piel, sin embargo, se cree que las vitaminas y minerales que se incluyen en los suplementos podrían también ‘alimentar’ a los tumores.
Según explica
a Infosalus
Otros casos conocidos son el del consumo de grasas omega 3, 6 y 9 la repercusión sobre el sangrado en intervenciones estéticas como los estiramientos faciales (‘lifting’) que se pueden asemejar incluso a los efectos del fármaco anticoagulante 'Sintrom'.
“El problema
es la suma de los distintos suplementos que se toman. Existe un consumo
desordenado y la población los toma sin control. No se deberían superar los consumos
diarios que establecen las recomendaciones alimentarias
pero si una persona toma diversos suplementos a la vez puede haber problemas,
sobre todo derivados de no tener un necesario seguimiento médico”, señala
Los suplementos los deberían de determinar especialistas de la medicina preventiva y estética, se basan en análisis en muchos casos de coste reducido en los que se determinan los minerales y vitaminas en las que existen carencias y los suplementos, como en el caso del hierro, que es conveniente tomar.
“Los
suplementos pueden prevenir numerosas enfermedades del envejecimiento entre
ellas las de
En los últimos años se ha duplicado o triplicado la aplicación de suplementos en la medicina preventiva, como en el caso de los dirigidos al sistema osteomuscular, y la nutricosmética, el uso de los suplementos en el ámbito de la medicina estética y antienvejecimiento.
“Es lo que
sucede por ejemplo con la protección solar a través de los betacarotenos
presentes de forma natural en la calabaza o la zanahoria y que se proporcionan
en comprimidos, común también por su facilidad de uso entre el público
masculino”, explica
La especialista aconseja adquirir productos que procedan del norte de Europa que ofrecen más confianza que los que llegan desde Estados Unidos, donde hay una múltiple oferta marcada por precios competitivos que no se corresponde con una materia prima cara y que abaratada resulta de baja calidad.
“Cuando se indican de forma correcta y se toman por temporadas largas adecuadas y son de calidad suficiente tienen realmente un efecto preventivo. Sin embargo, hay que ser precavidos ya que no se ejercen aún los controles adecuados sobre estos productos y en muchos casos si no se elige el adecuado pueden no funcionar”, señala la doctora.
Dieta mediterránea: la fuente más segura
El estudio
SUVIMAX en el que participó
“En temas como el área osteomuscular o la vista en poblaciones concretas y durante periodos de seis a nueve meses para verificar los resultados después podría ser eficaz pero no así una suplementación general a toda la población”.
“Los mediterráneos son actualmente los más longevos del mundo por lo que deberían tomar suplementos sobre todo para asegurarse una tercera edad saludable. En este caso sí que tiene mucho sentido tomar suplementos y sobre todo nutricosméticos especialmente para las arrugas y la prevención de enfermedades degenerativas de la piel”, aclara la doctora.
La especialista señala además que en España no se dan tantas reacciones alimentarias, ni contaminantes ni radiaciones como a las que pueden estar sometidos los americanos.
“Tenemos sol, agua de mar, tomamos suficiente vitamina C, nuestra dieta y nuestra raza hacen que nuestra piel se arrugue menos pero la publicidad que viene de Estados Unidos es mucha y las dosis de suplementos de allí son excesivas para nuestra población”, concluye.